Estos conductores disponen de más y mejor información acerca de lo que aportarán las cajas negras en sus coches: seguimiento de la conducción que puede reducir la prima de su seguro, reconstrucción inmediata de un posible accidente y una conducción futurista en la que el coche autónomo sabrá encontrar la ruta más adecuada, sin atascos y bocinas.
Cuando las cajas negras formen parte de todos los coches desde su salida misma de fábrica, estos responderán en tiempo real sin intervención alguna del conductor. Según dicho estudio, para dos de cada tres conductores, la sincronización entre vehículo y teléfono móvil constituirá el engranaje tecnológico perfecto (cálculo de distancia, duración de la ruta, alertas sobre imprevistos etc).
AutoScout24 también ha descubierto con su estudio, que buena parte de los conductores imaginan coches del futuro bastante excéntricos, casi espaciales, en los que el habitáculo no estará necesariamente en el centro ni el capó en la parte delantera. Para este 42%, las carrocerías ya no serán de chapa, sino de materiales maleables.
