Se ejercitan series rápidas de golpes intercaladas con movimientos de evasión que ayudan a aumentar la rapidez de respuesta de todo el cuerpo.
7. Control sobre el espacio que nos rodea
Un buen boxeador aprende a mantener la distancia que hay entre él y el rival. Además un púgil debe tener también consciencia del espacio que hay alrededor de todo su perímetro de acción para no irse contra las cuerdas del ring o quedarse acorralado en una esquina.
8. Coordinación de movimientos
Los movimientos básicos del boxeo son sencillos, pero es la combinación de estos movimientos lo que los hace realmente efectivos.
Las series boxísticas ayudan a concadenar golpes y movimientos de esquiva de forma ágil y sincronizada. En poco tiempo, quienes practican boxeo, adquieren un control total y sincrónico de su cuerpo durante la ejecución de los ejercicios.
9. Descarga de adrenalina
Como cualquier ejercicio en el que además de un esfuerzo físico hay una intensidad emocional, se produce una descarga de adrenalina, que ayuda al cuerpo a sentirse relajado de tensiones después del entrenamiento.