Además del metálico, pueden ser de silicona, gelatina o caucho, tienen distintos tipos de intensidad por su tamaño y, en consecuencia, de dificultad de uso. «Estos son más blanditos y con tijeras o tirando rompen. Los metálicos tienen el problema de que si el anillo es muy pequeño y no tienes control de la erección puede estrangular demasiado», señala. Por ello la experta recomienda que los metálicos los adquieran solo personas experimentadas en esta práctica. «Lleva un trabajo y una dedicación saber usarlo, no sirve para principiantes», recalca.
Este aparato erótico ayuda a mantener más tiempo la erección y retrasa la eyaculación masculina.
Fuente: HuffingtonPost