La otra porción de su genética híbrida se completa con un propulsor eléctrico de tipo síncrono, de 131CV y sus correspondientes 250 Nm, destinados a compensar la función del motor a gasolina trasladando la potencia a las ruedas delanteras. Asimismo, la energía eléctrica producida por dicho motor se puede almacenar en una batería de reserva de ión-litio con una capacidad útil de 5 kWh.
Estos dos motores de alto rendimiento se complementan con una caja de cambios automática de 6 velocidades. Mientras tanto, la ingeniería interna del híbrido i8 tampoco conoce límites para enamorar al usuario. Capacidad para 4 pasajeros cómodamente sentados en su deportiva y ultra-confortable configuración de asientos 2+2, habitáculo y puertas de polímero reforzado de fibra de carbono con la idea puesta en la ligereza y liviandad para no incrementar su peso logrado de 1.490 kilogramos.
En cuanto a equipamiento general, el BMW híbrido i8 posee llantas de aleación de fibra de carbono opcionales con sus clásicas 20 pulgadas; navegador Professional, sistema de mando iDrive con pantalla Control Display y guía de aparcamiento Park Distance Control, entre otras maravillas de la tecnología aplicadas al automóvil por parte de una marca que parece no tener demasiados rivales.