Beber más de entre 45 ml y 60 ml de alcohol al día puede conducir a la condición de hígado graso, una fase inicial de la enfermedad por hígado alcohólico. Así lo señala el doctor Ibrahim Hanouneh, gastroenterólogo de la Clínica Cleveland de Estados Unidos, que también ha enumerado las seis formas menos conocidas en las que el alcohol afecta a la salud.
En primer lugar, el doctor recuerda que beber hace que el cuerpo trabaje y que no pueda ocuparse de otros procesos. Nuestro organismo no puede almacenar el alcohol, por lo que el hígado se convierte en el encargado de desintoxicar y eliminar el alcohol de la sangre.
Pero además de lo perjudicial que es para el hígado, abusar del alcohol también tiene efectos en los intestinos y el corazón. Favorece el crecimiento de las bacterias en los intestinos y aumenta el riesgo de padecer cardiomiopatías, arritmias e hipertensión.
Beber en demasía también puede ocasionar una inflamación del páncreas o pancreatitis, e incrementar las probabilidades de sufrir cáncer de boca, esófago, garganta, hígado y mama.