Dejar de fumar está asociado con una mejor salud mental en aquellos pacientes con problemas de adicciones o trastornos del estado del ánimo. Es lo que se desprende de un estudio de la Escuela de Medicina de la Washington University in St. Louis (Estados Unidos).
Según Patricia A. Cavazos-Rehg, la investigadora principal, «los médicos tienden a tratar la depresión y los problemas de dependencia del alcohol o de drogas primero, permitiéndoles automedicarse con cigarrillos si es necesario». «Se supone que los problemas psiquiátricos son más difíciles de tratar y que dejar de fumar puede interferir con el tratamiento», añade.
Los resultados del estudio cambiarían esta tendencia general, al encontrar en los 4.800 fumadores diarios encuestados cómo habían mejorado sus problemas psiquiátricos tras tres años habiendo reducido drásticamente su consumo de tabaco o dejado de fumar completamente.
«No sabemos si su salud mental mejora primero y luego ellos están más motivados para dejar de fumar o si dejar de fumar conduce a una mejora de la salud mental», señala Cavazos-Rehg. «Pero de cualquier manera, nuestros resultados muestran una fuerte relación entre dejar de fumar y una mejor perspectiva psiquiátrica«.
