Pero claro, olvidar los otros tres sería injusto. En Quince Millones de Méritos, el ser humano ya no es más que una hormiga obrera, todos encerrados en claustrofóbicos cubículos, y todo su empeño se centra en conseguir méritos suficientes para comprar a través de internet y participar en concursos televisivos.
Vuelvo Enseguida lleva la idea de la identidad digital al extremo, planteando la hipótesis de que esta nos sobreviva, creando una conciencia virtual (un poco al estilo de Her, de Spike Jonze); y, por último, el Momento Waldo habla de la desvirtuación de la política de forma surrealista y corrosiva hasta la extenuación.
Dos temporadas, seis capítulos y una tercera temporada confirmada. Si mantiene el nivel de las dos primeras, entrará con pleno derecho en el olimpo televisivo; y nosotros, tras digerir nuevas historias que nos remuevan por dentro y no obliguen a reflexionar, lo celebraremos.