Los collares son menos recurrentes, aunque en las últimas temporadas han resurgido entre los más estilosos las míticas cadenas finas, en su versión larga hasta la mitad del torso, con algún colgante original de pequeñas dimensiones. El uso de anillos e incluso pendientes de bisutería suele responder más bien a un determinado look o tribu urbana, aunque también vamos a encontrarlos entre las colecciones.
La inspiración gótica es tendencia este año en el sector, con detalles de calaveras, cruces y tachuelas. Aunque pueda parecer demasiado rompedor, lo cierto es que no se trata de piezas exageradas y resultan muy apetecibles de llevar. Y, cómo no, siempre podemos darle ese toque veraniego a nuestro look con la mítica bisutería étnica que inunda las tiendas y mercadillos artesanales durante esta época.