Aunque mucha gente tenga la idea de que la sauna ayuda a perder peso, no es así. Lo que sí es verdad es que si te pesas antes y justo después de salir de ella, puede haber una diferencia significativa en la báscula.
Sin embargo, esa pérdida es ficticia y se recupera muy poco tiempo después, cuando comiences a reponer los líquidos eliminados.
También es cierto que la sauna puede considerarse un buen extra si te encuentras siguiendo una dieta, debido a su poder depurativo.
Tiene un efecto psicológico (que muchos especialistas toman en cuenta), pues la pérdida de peso que produce puede servir como estímulo para aquellas personas que están en régimen.
- Activa la circulación sanguínea
Tal como lo mencionamos en el inicio, la sauna ayudará a activar tu circulación, al igual que el ejercicio regular.
Gracias a ella, la circulación se realizará de forma más rápida, ya que las células reciben oxígeno y nutrientes a una mayor velocidad.