Una de las peores cosas que le puedes hacer a tu carrera es quedarte inmóvil sólo porque te sientes conforme. Ya que empiezas a dudar de tu valor para conseguir nuevas oportunidades de negocios, no te atreves a tomar riesgos y por ende, dejas de asumir nuevos retos.
En resumidas cuentas, dejas de creer que tienes lo que se necesita para tener éxito más allá de tu trabajo actual. Pero ya debes saber que ningún trabajo es seguro y por ello, no puedes quedarte quieto a esperar y verte forzado aprender esta lección de la manera difícil.
De lo único que puedes tener certeza es de ti mismo (tu espíritu, tu corazón, tus talentos y dones), así como también, de tu habilidad de contribuir a algo que te importa en la vida. Cuando vives desde tu experiencia y conocimientos, descubres (y creas) cosas con tu trabajo que son lucrativas y gratificantes; sin importar a donde vayas y a pesar de la turbulencia que te pueda rodear. Y para hacer eso, necesitas impulsarte continuamente más allá de tu zona de confort.