Sabemos que tiene alta capacidad antiinflamatoria (estudio), ayuda a prevenir el cáncer (estudio, estudio), mejora el perfil lipídico (estudio, estudio) y reduce potencialmente problemas intestinales como colitis (estudio), al regular la respuesta inflamatoria.
10. CHOCOLATE
Muchos se sienten culpables al comer chocolate, pero ya no es necesario autocastigarse. El buen chocolate cumple todos los requerimientos para ser considerado un superalimento.
Es rico en minerales como magnesio, cobre o manganeso. Pero donde brilla especialmente es en su aporte de polifenoles (estudio), superando con creces a las frutas más respetadas (bayas de acai, arándanos o granada).
Sus beneficios para la salud están comprobados:
- Ayuda al corazón: mejora la función endotelial (estudio, estudio) y reduce el riesgo de enfermedad coronaria (estudio, estudio), gracias sobre todo a su alta capacidad antiinflamatoria (estudio, estudio) y al control de la tensión (estudio).
- Mejora la sensibilidad a la insulina (estudio, estudio), siendo buena opción para diabéticos (estudio, estudio).
- Mejora la capacidad cognitiva en personas mayores (estudio, estudio), debido en parte al aumento del riego sanguíneo al cerebro (estudio) y a su ligera capacidad estimulante (estudio).
- Protege la piel. Una de las funciones de los pigmentos es proteger a las frutas de la radiación solar, por eso se concentran en la piel. Una vez ingeridos, esos mismos compuestos actúan también de protector solar natural (estudio, estudio).
Nota importante: Hablo por supuesto del chocolate de verdad, no del azúcar con sabor a chocolate que encuentras generalmente en el supermercado. Si tiene menos de 70% de cacao no se considera alimento, y mucho menos “super“.