El consumo de algas está ligado con prevención de riesgo coronario e hígado graso(estudio), mejor regulación de la glucosa (estudio) y menor inflamación (estudio).
Muchos atribuyen a las algas la longevidad en las zonas costeras japonesas, con bajas incidencias de cáncer (estudio, estudio). Aunque algunos estudios iniciales apuntaban a un posible aumento del cáncer de tiroides por un exceso de yodo, nuevas revisiones no encuentran problemas incluso con consumo diario (estudio), aunque tampoco es necesario. Incluir algas de manera esporádica es suficiente para aprovechar todos sus beneficios sin riesgo.
Salvo algunas variedades, como la Hijiki, las algas absorben menos metales pesados que los pescados (estudio). Aportan todo lo bueno del mar (minerales) sin lo malo (contaminantes).
Las más populares son Kelp (o Kombu), Wakame y Nori. Las Nori (usadas típicamente como envoltorio del sushi) aportan mucho menos yodo que las anteriores (estudio).
Las puedes comer disecadas como snack, en sopa, sushi o wrap. También puedes añadir medio puñado de algas a cualquier ensalada.