¿Y qué tal una cervecita sin alcohol de aperitivo?. La bebida estrella de los meses de calor es toda una tentación que también un deportista se puede permitir. La cerveza, pese a su mala fama por eso de la «barriguita» es un alimento natural elaborado a base de cereales, agua y lúpulo, que contiene carbohidratos de lenta absorción (maltodextrina), antioxidantes y minerales tan importantes para la actividad física como el sodio y el potasio. Hidratarte con una «sin» (de vez en cuando) es una buena idea.
El té y el café son también dos bebidas habituales que aportan parte de los líquidos que necesitamos a diario. La cafeína del café (y de las bebidas que la contengan como la Coca-cola) es un poderoso estimulante que activa el sistema nervioso pudiendo favorecer la concentración durante el esfuerzo que requiere la práctica de ejercicio.
Como ocurre con casi todo, no conviene abusar. Por su parte el té, sobre todo el té verde, además de ser una bebida perfecta para calmar la sensación de sed, es rico en catequinas y antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres.