La leche en sí misma y sus derivados no pueden faltar en la dieta de un deportista (no la sustituyas por otros «combinados»). Tomarte un buen vaso, bien fresquito, no solo te sentará fenomenal sino que te aportará nutrientes esenciales como: calcio, fósforo, proteínas, vitaminas A, D y grupo B y, lamentablemente, también grasas. Opta por la leche desnatada para que las calorías no supongan un problema. Para que te hagas una idea un vaso (100 ml) de leche entera supone aproximadamente 65 Kcal. y uno de desnatada 35.
Los batidos son también una opción apetecible para reponer líquidos. Añadiendo a la leche frutas o vegetales lograrás hidratarte y obtener macro y micronutrientes esenciales. Hablamos de batidos naturales, porque muchos de los envasados o de heladería pueden ser verdaderas bombas calóricas. Si están elaborados partiendo de helados o incorporándoles nata para obtener esa irresistible cremosidad, los niveles de azúcares y grasas pueden dispararse.