Los bebés no pueden resistirse al llamado de la naturaleza. Si tienen ganas de orinar o defecar, simplemente lo harán sin importar el lugar en donde se encuentren.
Eso también incluye los brazos de sus padres. Las fotografías que presentamos a continuación se tomaron de manera accidental.
Los niños estaban siendo cargados para una imagen perfecta, entonces, súbitamente, le dieron un poco más de “color” al cuadro: