La diferencia suele situarse en el nivel de alcohol ingerido y el estado en el que acabes llegando a casa. Por eso es bueno seguir consejos básicos para evitarlos, empezando por lo obvio: si no, bebes nunca te pasará.
Pero bueno, si ya te has puesto a ello y quieres evitar este calvario del olvido lo mejor es que comas mucho mientras bebes. Cuanto más comas menos alcohol tendrás en sangre y menos intoxicado estará tu cerebro por lo que le será más fácil eso de recordar.
Beber despacio también puede ser una gran ayuda ya que el alcohol se repartirá mejor por nuestro organismo y será más difícil que colapse tu cerebro. Vamos, la clave está en cuidar un poquito tu mente y hacer caso a tu raciocinio antes de que eche el cierre por inundación.