Una de las peores cosas que ocurren cuando bebes mucho es que al día siguiente olvidas todo lo sucedido. Olvidas lo que pasó, lo que hiciste y hasta cómo llegaste a tu cama. Le das vueltas y vueltas a tu resaca, pero nada, tu mente ha decidido olvidar esa parte de tu vida tan importante. Tus amigos te van contando cosas para que vayas recopilando recuerdos pero resulta imposible completar esa noche. Y todo porque a tu mente no le da la gana, o eso crees tú.
La explicación de esta amnesia repentina, de estos olvidos es más simple de lo que crees. Y todo tiene que ver, cómo no, con el exceso de alcohol. Digamos que tus neuronas no se llevan demasiado bien con las bebidas espirituosas.
En inglés a este fenómeno se le conoce como blackout que podría ser traducido como apagón de memoria. Su significado podría ser algo así como la incapacidad que tiene nuestro cerebro de recopilar los recuerdos tras una noche de fiesta y desenfreno. Llega un momento en el que tu mente al ver la cantidad de alcohol ingerido decide poner el standby y dejar de grabar nada.
¿Cómo afecta el alcohol a nuestro cerebro?
Pero bueno, todo esto tiene una explicación más científica que muestra lo que el alcohol hace a tu cerebro. Cuando consumes bebidas alcohólicas estas sustancias interfieren con los receptores en el hipocampo los cuales se encargan de transmitir el glumato, un compuesto que se encarga de enviar información entre las neuronas.