Algunos entrenadores no permitían que el deportista bebiera agua antes o durante la práctica deportiva porque se pensaba que podía entrañar problemas digestivos o pérdida del rendimiento. Sin embargo, los últimos estudios revelan como la hidratación antes, durante y después del entrenamiento crea un papel importante para el perfeccionamiento físico.
Es muy importante que hidrates tu organismo antes del ejercicio. Durante el mismo, el calor producido por el tejido muscular será absorbido por la sangre y el mecanismo para mantener la temperatura interna constante a 37ºC es la sudoración. A una temperatura de 42ºC la célula se coagula y muere. ¡Bienvenido sea el sudor!
Sin embargo, una excesiva pérdida de agua a través del sudor puede desencadenar problemas de salud. La pérdida del 1% de peso corporal a través del sudor supone una disminución del rendimiento físico de un 2% (Wilmore y Costill, 1994). Mientras que si pierdes alrededor de 2kg de agua durante el ejercicio puedes sufrir calambres, nauseas y una disminución del 20% de tu capacidad física.