No hay que confundirlas con las energéticas porque, lógicamente, una barrita que aporte «energía = calorías» solo es aconsejable si piensas consumir esa energía, de lo contrario… ¡todavía hasta engordas!
Por otro lado, las bebidas energéticas (no confundir con las isotónicas, cuya principal función es reponer líquidos y sales minerales como el sodio o el potasio, tras una actividad física), tienen como mecanismo de actuación la estimulación del metabolismo, lo que ayuda al cuerpo a la quema de grasas.
Se componen principalmente de carbohidratos, sobre todo azúcares que aportan esa energía al organismo.
En algunas, también destaca su contenido en cafeína, taurina y otras sustancias estimulantes, que actúan, precisamente, reactivando el sistema nervioso y acelerando el metabolismo, por lo que deben tomarse en el momento oportuno y siempre sin abusar. En este sentido, sí pueden ayudar a quemar kilos aunque no es su función principal.
Hay que insistir en que las barritas y las bebidas energéticas son principalmente, suplementos destinados a personas que realizan actividades físicas que implican un importante consumo energético.