A pesar del secretismo y la ausencia de imágenes por las que ha optado la marca, sabemos que el logotipo de la misma se asemeja al conocido R8. Se puede destacar una parrilla delantera plana y ancha y un capó que se encarga de hacer honor al alma deportiva que tendrá el nuevo Audi, también signado por trazos curvos en forma de V. La difícilmente superable tecnología Matrix LED con que cuentan los faros del A8, también formarán parte del nuevo Audi.
Teniendo como referencia a aquella primera generación de TT, Audi se ha esmerado para reforzar la sensación de robustez y anchura de un modelo que, muy probablemente, sorprenderá en el Salón de Ginebra.
En el interior, los elementos y materiales que proporcionan el confort y la comodidad son un hecho; formas fluidas en los revestimientos de puertas y en la consola central le otorgan una imagen límpida y especialmente estudiada.