La sabiduría popular sostiene que si una persona es amable, divertida o graciosa eso se debe a que la vida le ha forjado ese carácter mediante la carencia de otras virtudes que sirvan como atractivo a su persona, por ejemplo, la belleza física.
Sin embargo, a pesar de que las películas suelen insistir en este aspecto y mostrarnos casi siempre a los más lindos también como los más intratables, egoístas y malvados, un estudio científico reciente, llevado a cabo por la Universidad de Huazhong en China, sostiene lo contrario y tiene pruebas al respecto.
El estudio determinó que los aspectos positivos de la personalidad pueden corresponderse con una mayor percepción del atractivo de una persona.
Me gusta, no me gusta
Para arrojar luz sobre el asunto, los investigadores contaron con 120 participantes hombres y mujeres, divididos al azar en tres grupos, y le pidieron a cada uno de los participantes que evaluaran el atractivo de 60 mujeres, que les mostraban en fotografías con una expresión neutra en su rostro (ni alegre ni triste, etcétera).