Hace unas semanas saltaron rumores sobre el nuevo iPhone con pantalla curva en el que estaba trabajando Apple, el cual llegaría en otoño de 2014. Aunque la empresa ni confirma ni desmiente que vaya a utilizarlo para el nuevo modelo del teléfono, lo cierto es que ha registrado en la UPSTO (Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos) un nuevo sensor para la fabricación de superficies táctiles curvadas.
La nueva tecnología de Apple se diferenciaría de la competencia porque ésta no deforma ni distorsiona la imagen de la pantalla y, además, permite variaciones en la curvatura de la superficie. Las pantallas curvas ofrecen tres beneficios principales: una mayor sensación de profundidad de campo, una mayor superficie y una mayor amplitud de la visión.
Aún no está claro el uso efectivo que la marca de la manzana hará con las pantallas curvadas. Quizá siga los pasos de Samsung y LG con sus nuevos smartphones Galaxy Round y G Flex. O quizá prefiera seguir con el modelo recto tradicional de iPhone e incorporar esta nueva tecnología solo con el tan esperado iWatch.
