– Actuar como pro-oxidantes, aumentando la oxidación
– Proteger las células sanas, pero también las peligrosas, como las cancerígenas
– Reducir los beneficios del ejercicio para la salud
– Tener efectos secundarios no deseados, como náuseas y dolores de cabeza, o incluso alcanzar niveles tóxicos
No existe una píldora mágica, aunque una dieta saludable puede proporcionarle todos los antioxidantes que necesita para combatir el daño causado por los radicales libres.
Fuente: El País