Ayer se celebró el 40 aniversario del fallecimiento de Elvis -el 16 de agosto de 1977-, acontecimiento que estremeció el mundo entero. Muchas emisoras del planeta dedicaron los siguientes días a pinchar nada más que su música. En esta ocasión, el periódico El País nos ha regalado un recorrido de los últimos días de la Leyenda del Rock, Elvis Presley.
Durante sus últimos años de vida, Elvis estuvo rodeado por un séquito de familiares, colegas, guardaespaldas y asistentes, entre los que había celos y rencillas por acaparar sus atenciones y regalos.
Los últimos cuatro años en la vida de Elvis -más o menos desde que su divorcio de Priscilla se hizo efectivo, en octubre de 1973- habían sido una constante caída libre. Estaba descontrolado, perdido en su propia burbuja. Como describe con detalle Peter Guralnick en Elvis Presley: la destrucción del hombre (el segundo de los volúmenes de su biografía, editada en 1999 y en España en 2008), cuando no se encontraba inmerso en una de sus constantes giras o derrochando dinero en joyas y coches para sus amigos, se quedaba encerrado en su habitación, durmiendo o leyendo libros de numerología y espiritualidad. Vivía rodeado de un séquito de familiares, colegas, guardaespaldas y asistentes -muchos de los cuales formaban parte de la conocida como Memphis Mafia-, entre los que había celos y rencillas por acaparar sus atenciones y regalos.