¿Podrían los anabolizantes dejarte estéril de por vida?

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¿Qué son?

Básicamente, como explica el doctor Cruz, los esteroides anabolizantes son una síntesis natural que genera nuestro organismo a partir, básicamente, del colesterol. “Al contacto con una serie de partículas que produce el propio cuerpo, este elemento se metaboliza, cambia y da origen a unas hormonas conocidas como esteroides naturales, que pueden ser androgénicos (en los varones) o estrogénicos (en las mujeres). Ambos se producen en los testículos y en la glándula suprarrenal, y según sea varón o mujer, se originará en un sitio o en otro”, explica el doctor. ¿Cuál es el esteroide andrógeno más conocido? La testosterona, que posee un poderoso efecto anabólico, es decir, desarrolla la masa muscular. La idea de tener algo que potenciaba el volumen de los músculos de forma más rápida que con el ejercicio físico hizo que los anabolizantes artificiales (descubiertos allá por la década de 1930) se convirtieran en un remedio para los atletas y quienes buscaban ponerse cachas en un santiamén. Desafortunadamente, los usuarios desconocen que, si bien son útiles para tratar médicamente ciertas patologías, como el hipogonadismo, son una falsa panacea, cero beneficiosa, para quienes ya están sanos de por sí.

“Cuando al organismo le suplementamos con cualquier cosa en cantidades masivas, en este caso con testosterona, lo que hace inmediatamente es dejar de producirla por sí mismo”. Natalio Cruz, andrólogo.

¿Por qué son peligrosos?

El doctor Cruz matiza que el riesgo está en aquellos varones que presentan índices de testosterona normales (de 300 a 1.000 ng/dl, nanogramos por decilitro, aunque depende de cada laboratorio), pero quieren tener más aún y se autotratan aplicándose dosis extra a través de estos anabolizantes. “Cuando al organismo le suplementamos con cualquier cosa en cantidades masivas, en este caso con testosterona, lo que hace inmediatamente es dejar de producirla por sí mismo”, explica el doctor Natalio Cruz. Al poco de consumir estos anabolizantes, el varón se encuentra mejor, más enérgico y desarrolla la masa muscular, sin embargo, dejar de producir testosterona tiene un gran efecto secundario: se frena el desarrollo de los espermatozoides y se origina un principio de esterilidad. En muchos casos es un proceso reversible, pero, como aclaraba el médico, un porcentaje nada despreciable de varones asiduos a los anabolizantes presenta esterilidad y disfunciones sexuales para siempre. “Cuando suspendes el tratamiento, hay un periodo (entre los 3 meses y el año) en el que el testículo tiene que recuperarse. Es en esa fase cuando pueden surgir síntomas importantes de problemas sexuales, como atrofia del testículo y los genitales, por ejemplo”.

Sin ganitas de ná…

Los casos más frecuentes en las consultas son por impotencia, esterilidad o inapetencia sexual. “Habitualmente la franja de edad de quienes vienen a consulta está entre los 20 y los 30 años cuando el problema es la disfunción eréctil, y entre los 30 y los 40 cuando se trata de infertilidad”, afirma el urólogo Manuel Martínez. Efectivamente, esos hombres acaban notando cómo se esfuman sus ganas de sexo, pierden el deseo, y peor aún, “cuando lo intentan, la erección ni siquiera es tan buena. No son capaces de mantenerla», comenta el doctor Natalio Cruz. La razón fisiológica radica en que para que se produzca una buena erección, en el pene tiene que suceder lo que los médicos llaman una buena impregnación androgénica. “Sin esta no puede haber una buena erección porque, sencillamente, el mecanismo no va a funcionar. Para que ocurra, los niveles de testosterona tienen que ser normales y en estos varones, el cuerpo ya no está produciendo ese elemento clave”, comenta el doctor Cruz.

…y otras secuelas

El doctor Martínez Sarmiento alerta de efectos secundarios que traspasan la esfera sexual: “Son múltiples, desde algunos poco atractivos como el acné, la calvicie o el desarrollo de los senos o ginecomastia en los hombres, hasta otros que ponen en peligro la vida, como ataques al corazón y cáncer de hígado”. De hecho, el especialista subraya que la incidencia de muerte súbita es muy elevada entre los consumidores de anabolizantes. “Solo hay que mirar las hemerotecas de culturistas y deportistas famosos muertos antes de los 40 años para darse cuenta de la importancia de este tema”, zanja. Vamos, ¡una joyita!

De fácil consumo

El hecho de que la testosterona se absorba muy bien en cualquiera de sus formatos, hace que su consumo sea, en cierta medida, fácil. “Se pueden tomar por vía oral, pinchados y por vía tópica mediante geles o cremas, que es la aplicación médica más reciente y habitual”, explica el urólogo Manuel Martínez. En los gimnasios, como indica el especialista, se suelen tomar en ciclos, en los que se mezclan diferentes anabolizantes orales e inyectables “sin ningún tipo de criterio y con dosis absolutamente desproporcionadas que pueden llegar a ser 100 veces mayores a las prescripciones médicas”, asegura. El efecto anabólico es casi inmediato, según el andrólogo Natalio Cruz: “Los niveles de testosterona se acumulan rápidamente y se empieza a ver resultado entre 30 y 60 días”.

¿La proteína también me deja impotente?

A priori, no. Como señala el doctor Manuel Martínez de forma tajante, “los suplementos deportivos si no contienen anabolizantes no tienen efectos secundarios sobre la función sexual”. Ahora bien. Tampoco te fíes, porque según Natalio Cruz, alguno de estos productos que se distribuyen o venden en gimnasios como proteínas o creatina, tienen en su composición algunos anabolizantes. “Dentro de los excipientes les han puesto anabolizantes porque así genera más masa muscular y esa proteína se acaba vendiendo mejor que otras que no tienen ese efecto”, cuenta el especialista. Si uno va a tomar un suplemento deportivo, ha de asegurarse que quien vende y distribuye eso es una farmacia, ya que, como indica el andrólogo Cruz, el producto estará regulado por la Agencia Europea de Medicamentos y tendrá la seguridad de que lo que dicen en su composición es realmente lo que es.

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