Amigas con derecho a roce

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Justin Lehmiller, coordinador del estudio, afirma además que este tipo de relaciones solo funcionan durante un tiempo limitado. De otra manera, pueden surgir los más que usuales problemas cuando uno de los dos empieza a querer algo más.

Solo aproximadamente un 10% de los ADR llega a enamorarse y a conformar una pareja seria. El resto, depende de los pactos que se hayan establecido, seguirá con su amistad o acabará con ella para (casi) siempre.

Pero a pesar de lo que diga el estudio, la verdad es que el número de personas dispuestas a tener una amistad con derecho a roce crece exponencialmente. Basta con ver el éxito indiscutible de Bang With Friends, la aplicación de Facebook que permite hacer una lista de con qué «amigos» de dicha red social querrías acostarte y a cuáles les gustaría hacerlo contigo.

Si te has hecho con alguna amiga con derecho a roce últimamente, ya sea a través de la app o no, aquí van algunos de los mandamientos de un ADR. La periodista Verónica Malamfant, escritora del libro ADR. Amigos con derecho a roce, recomienda seguirlos estrictamente al entrar en este nuevo universo relacional:

  • No te enamorarás de tu ADR. Es absolutamente fundamental separar bien el sexo, la charla o la complicidad del amor. Puede pasar, obviamente, pero es algo que siempre hay que intentar que no suceda si no se quiere sufrir más de la cuenta.
  • No divulgarás su nombre desvirtuando el vínculo, a menos de ser estrictamente necesario. O lo que es lo mismo, hay que callarse y dejar que todo el mundo siga pensando que sois simplemente amigos, como siempre. Piensa que puede entrar en juego la típica amiga metomentodo que le estará comiendo la cabeza día y noche.  Un suicidio en toda regla.
  • Hablarás con lenguaje claro y conciso. Si hay algo absolutamente necesario en una relación así, es el diálogo y la sinceridad entre los protagonistas, valores precisamente tan propios de la amistad. Hay que tener claro en todo momento el camino que se está pisando y pautar una serie de reglas para no caer en malentendidos.
  • No cruzarás los límites impuestos entre ambos. Debes seguir las pautas asignadas cual manual de instrucciones. Si quedáis en no veros los sábados o en que os diréis «un simple hola» cuando estén vuestros amigos delante, no insistas. Por mucho que te apetezca un mero polvo rápido, en situaciones prohibidas no lo provocarás, o puede llegar a pensar que quieres algo más.
  • Honrarás el vínculo y no meterás el romanticismo en el medio.  Ni un «te quiero», ni velas, ni cena romántica. Con un ADR no se habla de noviazgo, ni de casamiento, ni de planes a futuro. Si es ella la que insiste en esto, vuelve a la tercera regla. ¡Déjale claro ya lo que sois!
  • No existirán celos. Habrá otros y otras, tanto por tu parte como por la suya. Y siempre que hay otros suelen aparecer los celos, cosa que nunca jamás puede pasar entre amigos con derecho a roce. Tanto si empiezas a sentir algo parecido a los celos, como si ella empieza a montarte escenitas por una tercera, lo mejor es enfriar la relación.

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