Apúntate al picante . Pimientos rojos picantes, guindilla verde, cayena… como aderezo o como mini guarnición (no hay que abusar), estos alimentos aportan antioxidantes y además contienen capsaicina (lo que les da su particular y «ardoroso» sabor), un ingrediente que acelera la destrucción de los lípidos corporales.
Té verde (y también café verde, sin tostar). Con capacidad para luchar contra los radicales libres son, además, dos poderosos estimulantes que no solo te ayudarán a mantener activo tu sistema nervioso, sino que incidirán en el metabolismo de las grasas.
Huevos. Pura proteína de alto valor biológico y grasas mínimas ¡imprescindibles!
Pollo y pavo. Incluye en tu dieta anti grasas carnes magras. Una pechuga de pollo a la plancha con una ensalada variada (importante los vegetales de hoja verde) es una comida perfecta para luchar contra el «michelín rebelde».
Atún. Empieza su temporada y es el momento perfecto para aprovechar los beneficios de este pescado, rico en aceites esenciales, principalmente Omega 3. Aunque estés a dieta, necesitas unas mínimas grasas, pero opta por » las buenas», las monoinsaturadas, como las que te aporta el atún. A la plancha con ajo y perejil ¡delicioso y saludable!