En la actualidad y debido a la falta de tiempo a la que nos vemos sometidos en nuestro día a día, cada vez es más común que incluyamos en nuestra dieta productos en conserva. Podemos encontrarnos cualquier tipo de alimento envasado en las estanterías de un supermercado.
El problema reside en que no todas las técnicas de conservación son tan naturales como la deshidratación y un abuso del consumo de productos en conserva, los cuales llevan antioxidantes artificiales y aditivos químicos, puede terminar repercutiendo sobre nuestra salud.
Lo ideal es consumir aquellos alimentos que estén conservados de la forma más natural posible, dejando para ocasiones especiales los productos con un proceso de conservación más industrial, por ejemplo, un día de excursión en el que queramos llevar comida que sea fácil de transportar.