- Vía aeróbica para obtener energía “Diesel” en esfuerzos leves. Cuando la actividad es muy suave, el organismo utiliza glucosa y ácidos grasos como fuente de energía. El proceso es lento, pero como la intensidad es pequeña, el cuerpo tendrá tiempo más que de sobra para descomponer los ácidos grasos y utilizarlos como suministro. El depósito de grasa no tiene límite –por desgracia para algunos– y ésta será utilizada, sobre todo, en actividades ligeras. Por tanto, un almacenaje elevado de tejido graso no nos aportará beneficios en el rendimiento deportivo, ya que éste está definido por actividades más explosivas e intensas.
- Vía anaeróbica para obtener “gasolina” en esfuerzos severos. Es la vía más sencilla y rápida para obtener energía y es utilizada en mayor proporción en actividades intensas menores a dos minutos de duración. Al saltar, al cambiar de ritmo, al esprintar o al cambiar de dirección de forma explosiva, el organismo utiliza ATP, fosfocreatina y glucógeno.