Por ello, nos propusimos exponerlas y explicar la intención de su formulación. Memorízalas y prepara una respuesta convincente.
1. ¿Qué conoces de nuestra empresa?
Muchas veces no la esperamos, pero puede ser la pregunta que abra la entrevista y debemos considerarla como la oportunidad de empezar la misma con buen pie. No se trata de que relatemos la historia de la empresa, nombremos cada uno de sus departamentos y la cantidad de empleados que tiene, pero cuanto más datos sobre la misma contenga la respuesta, mejor impresión daremos.
2. ¿Qué harías si estas en desacuerdo con tu jefe en unas determinadas circunstancias?
Se puede considerar una pregunta anzuelo con la única intención de captar el grado de conflictividad que podemos llegar a tener en una situación de desacuerdo con un superior. La mejor respuesta será destacar nuestra predisposición al diálogo, la diplomacia, la comprensión y la aceptación respetuosa de la jerarquía sin renunciar a nuestra posición.
