En el caso de las intolerancias también resulta clave leer las etiquetas de los alimentos y analizar lista de ingredientes de manera de evitar todas aquellos productos que tengan el componente al que se es sensible o trazas del mismo. Ante la duda, mejor no consumirlo.
Como podemos ver, no es lo mismo alergia a leche que intolerancia a la lactosa y tampoco es igual ser alérgico al trigo que ser celíaco. Es fundamental conocer cada enfermedad con el objetivo de llevar una alimentación acorde a la misma que beneficie la salud de quien la padece.
Fuente: Vitonica