La extensión de esta costa portuguesa nos permitirá pasar en pocos minutos de coche, de la playa céntrica a la de los Pescadores, en la que se combinan los topless con el infatigable trabajo de los hombres de mar. Albufeira es un destino que recibe visitantes de todas las edades, porque para todos hay espacio para el disfrute.
La Albufeira se eleva por sobre la línea de costa y se conecta con las vistosas localidades de Balaia, Olhos d’Agua y Falesia, al este, y al oeste con São Rafael y Galé.
En la “Nueva Albufeira” destaca la playa de Oura, flanqueada por cafés, restaurantes y bares. Las calles aledañas a Oura tienen una actividad frenética desde las primeras horas de la mañana, cuando los visitantes, sobre todo del norte de Europa, se disponen a recurrir al café para digerir la bebida de la larga noche anterior.
El alojamiento nunca es un problema en la Albufeira; hoteles de distintos niveles y un camping con todas las comodidades. Es importante saber que es casi imprescindible la reserva previa, puesto que esto nos puede evitar un contratiempo inesperado.
