Otro es el día de las facturas. Consiste en dedicar un día al año a sentarse y revisar todas las facturas. «Ataque los gastos fijos: las cuotas de gimnasios, suscripciones a revistas, las facturas de la electricidad… Los objetivos son eliminar y reducir. Por ejemplo, puede que años atrás nos interesase el tiro con arco y nos suscribiéramos a una revista; ahora se nos pasó la fiebre pero, por pereza, mantenemos la suscripción: es momento de eliminarla. Y con facturas de electricidad o gas, dedico ese día a pensar cómo puedo reducir ese gasto».
Al final todo se reduce a una norma común: «La gente que ahorra de verdad —dice el experto—, y no me refiero a ahorrar 20 euros a final de mes, sino un 15% o un 20% del salario, siempre lo hace de la misma forma: a principio de mes y de forma automática. Igual que destinamos a principio de mes una cantidad para la hipoteca, hay que destinar otra para el ahorro».