Desconfía de las dietas «milagro», aquellas que te garantizan perder más de cinco kilos al mes sin apenas esfuerzo. La mayoría de estos métodos de adelgazamiento se basan en la pérdida de líquidos y además suelen tener un inevitable efecto «rebote» que hará que tu piel pase de estar firme y tensa a un estado de mayor laxitud en un corto periodo de tiempo (y viceversa). El peligro de aparición de estrías es, sin duda, real.
Para evitarlas, ten un poco de paciencia y pierde peso poco a poco. Además, extrema el cuidado de tu piel a diario con cremas preventivas que le aporten la hidratación necesaria para que las fibras que le dan forma se adapten a tu nuevo volumen sin que resulten dañadas. Recuerda, también que en periodos de dieta, debes incrementar el consumo de agua (al menos dos litros).
Si a medida que pierdes kilos detectas la aparición de estrías tendrás que actuar con rapidez. Generalmente, en un principio se muestran en tonos rojizos (posteriormente se tornarán blanquecinas). En ese primer momento es cuando mejor resultado dan las cremas específicas (antiestrías). Aplícalas, cada día, en la zona afectada realizando un masaje intenso con los dedos.
