Otra opción es potenciar cualquier pomada antiinflamatoria con un aceite esencial analgésico, como la gaulteria. Basta añadir 2 gotas a la dosis habitual de pomada; los efectos se notan al cabo de tan sólo unos minutos. El número de aplicaciones diarias dependerá de la intensidad del dolor, pero se suelen recomendar entre 3 y 4 diarias.
Formulaciones específicas
Finalmente existe la opción de emplear varios aceites esenciales antiinflamatorios en una misma preparación. De esta forma se potencia su acción, alcanzándose resultados óptimos. Con este objetivo se ha concebido la gama Aromalgic, de laboratorios Pranarôm, formulada con aceites esenciales quimiotipados. Consta de un aceite de masaje, un roll-on con bolas de masaje y un spray de rápida absorción para deportistas.
Todos ellos contienen una base de AE de gaulteria y eucalipto azul a la que se le añaden otros AE específicos según el caso. Todos estos tratamientos son perfectamente compatibles con las recomendaciones médicas habituales, de hecho muchos pacientes suelen combinar el tratamiento convencional por vía oral con el empleo de aceites esenciales por vía tópica.