El aceite de palma es un ingrediente presente en una gran cantidad de productos que consumimos cada dia, tanto alimentarios como de cosmética. Su presencia va desde cremas y productos de untar (crema de cacao, margarina…) hasta galletas, tostadas y patatas, entre muchos más.
Aunque su valor nutricional es muy discutido, lo que no trataremos aquí, lo cierto es que su producción está muy lejos de ser sostenible y respetuosa con el medio ambiente. El motivo es que, con el fin de obtener tierras para plantar la palma, se provocan incendios que pueden durar meses y que arrasan con varios millones de hectáreas.
Como podrás imaginar, esto produce la muerte directa e indirecta de un elevado número de especies, incluida la especie humana. Se han reportado más de 50.000 orangutanes muertos debido a la deforestación de las selvas en las que viven y miles de personas se ven afectadas por problemas respiratorios a causa de los incendios. Por si no fuera suficiente, la producción de la palma requiere de una elevada cantidad de fertilizantes y pesticidas, que causan la contaminación de las aguas, repercutiendo, no sólo a la fauna, sinó que también en la población local.