Algunos estudios muestran que cuando nos enamoramos perdemos la capacidad de criticar a nuestra pareja. Esto significa que literalmente somos incapaces de ver sus defectos, lo que viene a confirmar el refrán que asegura que el amor es ciego. Lo que ocurre es que se desactiva la zona del cerebro encargada del juicio social y de la evaluación de la persona que amamos y eso hace que la veamos perfecta.
El amor, por tanto, nos hace perder un poco la cabeza y eso tiene mucho que ver con una serie de reacciones químicas que ocurren en nuestro cerebro cuando nos enamoramos. Una de estas sustancias que libera nuestro cerebro, precisamente, es lo que hace que cuando nos enamoramos veamos a la otra persona perfecta, se trata de la dopamina.
La dopamina
La dopamina, además, tiene otros efectos en nosotros durante el enamoramiento. Está relacionada con el placer y la euforia, y a su vez, se asocia con un sistema de recompensa muy potente.