La postura del perrito es de las mejores. Y no lo decimos nosotros. Numerosas encuestas lo determinan, como la realizada en 2017 por un equipo de investigadores, que entrevistó a 2.000 personas (mil hombres y mil mujeres) de Europa y EE.UU. El perrito salió la más votada, con un 35,1%.
Si a estas alturas no sabes cuál es, te contamos en qué consiste esta postura: ella se pone a cuatro patas (como si fuera un perro), mientras el hombre introduce su pene en la vagina pero desde atrás. Con esta postura se logra una penetración profunda que estimula el punto G femenino.
Aunque el ‘modus operandi’ parece que está claro, aun faltan muchos detalles que pulir. ¿Debo apretar? ¿Y si le doy unos azotes? ¿Por qué este señor lo hace tan lento? Un largo etcétera de dudas que, debido a la (innecesaria) falta de comunicación que hay entre personas del diferentes sexos, se quedan sin resolver.