La vida son dos días, y qué mejor que pasarlos riendo sin parar, o haciendo reír a alguien que de verdad te importa como esa chica que tanto te gusta. ¿No sabes cómo? Aquí tienes cuatro consejos que te ayudaran a conseguirlo.
1. Reírse de uno mismo
Si de verdad quieres que exista una relación de confianza, debes demostrar que no tienes miedo a enseñar tus defectos y partirte de risa con ellos. Todos somos humanos al fin y al cabo, y todos los tenemos: no tengas miedo a mostrarlos. De hecho, mejor muéstralos y ya verás cómo sonríe.
2. No te obsesiones con hablar todo el rato
De vez en cuando hay que practicar “la economía de la palabra”, es decir, no estar continuamente hablando sobre banalidades y acertar cuando estás en medio de una conversación. Ese es el momento preciso por el que se valorará tu aportación, y si consigues soltar alguna carcajada, será bien apreciada.
3. Recordar anécdotas graciosas
A veces, lo mejor para romper el hielo es recordar alguna situación anecdótica graciosa que te haya pasado en la vida. Y si saliste malparado (sin llegar a quedar como un tonto), mejor, ya que demostrarás humildad y quizá ella quiera ver que no eres perfecto. Las situaciones graciosas que te hayan pasado siempre funcionan, sobre todo si te lo está poniendo difícil.
4. Sé espontáneo y no fuerces
A veces, cuando una mujer nunca se espera echarse a reír, de repente le sueltas algún comentario y le parece gracioso. Te saldrá solo, y no tienes que estar continuamente con el pensamiento de que debes ser divertido todo el rato. Nadie es divertido constantemente, y los que lo pretenden pueden llegar a aburrir.