Parte del proceso de mejorar nuestra calidad de vida, depende de movernos. Pero en determinados casos, movernos puede ser una decisión difícil de tomar. Y hablamos aquí, de movernos de una ciudad a otra, de un país a otro, o de un continente a otro. Típicos viajes de verano, viajes por estudios con fecha de caducidad, o mudanzas por motivos de trabajo sin fecha de retorno, suelen ser escenarios comunes que viven infinidades de parejas hoy en día. Pero ¿Es posible que una relación sobreviva a la distancia?
Pues diría, que depende del escenario. Hay relaciones sólidas en donde la pareja lleva mucho tiempo juntos, otras parejas que se conocen muy poco tiempo (como en un viaje de vacaciones), y aquellas parejas que se conocieron a través de alguna red social virtual y que aún no se conocen, pero tienen planes y deseo de hacerlo.
Obviamente relación es sinónimo de conexión, de correspondencia, algo que se refiere a cercanía, lo cual no va de la mano con la distancia. Sin embargo, son muchos los testimonios de parejas que han logrado sobrellevar su relación (e incluso mejorarla con la distancia), pero un factor común en todas esas experiencias positivas es que lograron establecer una serie de acuerdos concretos que permitieron que la relación fluyera en la distancia.