Un unicornio es un caballo blanco mítico con un cuerno grande, pero esta criatura esquiva también se puede encontrar en las recámaras.
Tranquilo, no te asustes. No consiste en tener sexo con el conocido animal mitológico. Se trata de una de las prácticas sexuales más comunes, pero con un nombre distinto.
Esta fantasía consiste en un trío. ¿La particularidad? Que éste solo puede estar formado por una pareja heterosexual y una mujer bisexual. Además, esta práctica tiene una serie de reglas que se deben cumplir para llevarla a cabo. Si no, no podríamos considerarlo «sexo unicornio».
La polémica despectiva detrás del término «sexo unicornio»
Se denomina así esta práctica porque a la tercera persona (es decir, a la que no forma parte de la pareja) algunas personas la han bautizado «mujer unicornio». ¿La razón? Según «argumentan» algunos expertos, estas mujeres bisexuales, dispuestas a hacer un trío con una pareja, son muy difíciles de encontrar. Tanto como los unicornios. En fin… quizá hace 300 años podía ser complicado, pero ahora, en pleno s. XXI… no podemos evitar sorprendernos ante tales afirmaciones.
Las reglas
Todas las parejas que se han aventurado a probar esta práctica han cumplido las mismas normas, así que podríamos considerar esta lista un decálogo del «sexo unicornio».