Los 12 tipos de sexo

0
1911

Si a cada uno de vosotros os dieran papel y boli para hacer un catálogo de tipos de sexo, estoy segura de que cada folio diría cosas completamente diferentes. Porque el acto (casi) siempre viene a ser el mismo, pero es el contexto lo que lo cambia todo, el que nos dicta el quién, el cómo y el cuándo, o sea, lo verdaderamente importante.

Por eso esta clasificación de Tammy Bleck, del Huffington Post estadounidense, es tan acertada, porque tiene MUY en cuenta el contexto. Atentos a las, ni una más ni una menos, DOCE clases de sexo que uno puede tener a lo largo de su vida.

  • La primera vez. Sea para bien o para mal (normalmente para lo último) todos la recordamos, cosa que no se puede decir de todas las relaciones sexuales (pasadas y futuras) mantenidas. El sexo como tal es bastante penoso, pero es que los comienzos siempre son difíciles, nadie nace sabiendo. Torpe, complicado y poco satisfactorio son las características que lo definen.
  • Sexo aleatorio. Un rollo de una noche, con el que apenas cruzas cuatro frases y de repente apareces en su cama. Es quizás la clase de sexo más física y desinhibida, por aquello de no existir ninguna implicación emotiva ni expectación de tipo alguno. Decía Woody Allen que «el sexo sin amor es una experiencia vacía, pero como experiencia vacía es una de las mejores». 
  • Pareja novata. Acabáis de empezar una relación, sabéis poco el un0 del otro, pero pasión hay, y también empeño por descubrir lo que os gusta a ambos. La autora de esta clasificación define esta fase como aquella en que «las mujeres siguen llevando ropa interior sexy y se depilan a menudo, mientras que los hombres se rocían con colonias carísimas».
  • Amor verdadero. El sexo es cómplice, emotivo y capaz de, según Bleck, «proporcionar un clímax épico». Porque no sólo hay placer en los escasos minutos que dura el acto, sino que os encargáis de que también lo haya durante el resto del día y más allá de las sábanas.
  • Sexo perezoso. Es aquél que suele venir después del anterior, el culpable de acabar con muchas relaciones o incitar a los cuernos. Fácilmente identificable por el poco entusiasmo con el que se practica, rutinario, a ser posible sin sudores ni cansancios. Una especie de «me aburro, ¿lo hacemos?».
  • Sexo traicionero. Llámese aventura, engaño, cuernos… Dicen que engancha, porque es tórrido, hot y, sobre todo, diferente a lo que se tiene en casa. Obviamente, es el más peligroso, por el alto índice de casos en los que estas historias de terceras personas acaban mal.
  • Sexo post-bronca. Dicen que lo mejor de enfadarse son las reconciliaciones, porque el sexo de después es sincero, tierno y pasional. Y, encima, al acabar suele hacerse la firme promesa de no volver a discutir nunca jamás (utopía). Ya lo dice el dicho, los que se pelean se desean.
  • Sexo por compasión. O por obligación, o por pena. El que, sin ganas de ningún tipo, se hace para contentar al otro, como si de una obra de caridad se tratara. El que diga que no lo ha hecho, miente como un bellaco.
  • Sexo sin niños. La llegada al mundo de una criatura cambia totalmente la vida conyugal de toda pareja. Es por eso que, cuando una noche se los quedan sus abuelos, sus tíos o la babysitter, significa que va ha haber más gritos que en La Casa del Terror. Se caracteriza por ser ruidoso y salvaje, en compensación por todas las veces que ha tenido que ser todo lo contrario, ¡no se vayan a despertar los niños!
  • Sexo solitario. Nadie se conoce mejor que uno mismo, y no hay forma más fácil de alcanzar un orgasmo que autoprovocárselo. Su eficacia es indiscutible, aunque sea frío y sin sentimientos. Lo mismo te apaña una noche de calentura que una tarde de aburrimiento total. Y que digan por ahí que provoca ceguera…
  • Sexo en grupo. Los hay muy fans del ménage à trois (como nuestra querida Dana), y los hay que no lo harían ni aunque les pagaran todo el oro del mundo. Lo que no cabe duda es que es una de las fantasías sexuales más comunes, aunque no todos serían capaces de hacerla realidad.
  • Sexo sadomaso. Esposas, cadenas, cuerdas… Hay todo un mundo dentro del BDSM que muchos ya han descubierto. Un tipo de sexo muy diferente al denominado «sexo normal», pero tan lícito como cualquier otro. Intriga y erotismo son sus mejores bazas.

No sé si están todos los que son, pero son todos los que están. Y tú, ¿añadirías algún otro tipo de sexo a la lista?

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.