Hay protestas convencionales y otras que no dejan de sorprender al mundo entero. Es el caso del youtuber británico Phil Watson, que decidió acudir a la embajada China en Londres con un único objetivo: comerse un plátano sensualmente para ridiculizar el último golpe que ha asestado el gobierno chino, que hace un par de días incluyó una nueva ordenanza que prohíbe comerse esa fruta de manera sugerente en público.
Esta prohibición tiene sus raíces en el elevado número de personas que se han aficionado a subir vídeos en plataformas como Panda.Tv mientras comen plátanos en una actitud nada apropiada.
Así, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, comunicó hace un par de días que era necesario rehabilitar el espacio ‘ciber-ecológico’ del país y mejorar el comportamiento en las redes, tal y como recoge The Guardian. ¡Que vivan las protestas!