Ha nacido el «condón inteligente». No, no tiene ningún microchip ni funciona con batería. Se trata de un invento holandés con el que la experiencia de ponerse un preservativo resulta mucho más fácil y segura. Su nombre es Wingman, y su innovador diseño no tiene más misterio que dos pequeñas alas de goma, que permiten colocar el condón de una manera increiblemente rápida.
[pullquote]Wingman es la alternativa más fácil, placentera y segura a mantener relaciones sexuales sin preservativo[/pullquote]
De hecho, bastan sólo dos dedos para ajustarlo, y éstos no tienen ni que tocar el profiláctico, por lo que no existe contacto con las uñas y su consiguiente peligro de rotura. Además, gracias al logotipo que hay dibujado en las alas, es imposible colocárselo al revés, evitando así la causa número uno de transmisión de ETS por uso incorrecto del preservativo.
Wingman surge a partir de una frustración personal. «Nos irritaba que la comodidad de uso de un producto tan importante como el preservativo fuese tan mala. Tenía que ser posible mejorarla. Por eso desarrollamos el Wingman. Un producto que creemos que mejora el concepto de sexo seguro: la alternativa más fácil, placentera y segura a mantener relaciones sexuales sin preservativo”, afirman desde la empresa.