Con un Russell Crowe entregado de lleno a un papel sin antecedentes en su carrera, el de icono bíblico, Noé estrena con buen gancho este 4 de abril en los cines de toda la Península.
[pullquote]Una aventura valiente, audaz, con significado dramático, pero a la vez sugerente y profundo[/pullquote]En ocasiones, al ver o escuchar ciertos eventos y sucesos del mundo en el que vivimos, la hecatombe total o el apocalipsis no parece una utopía, sino que adquiere cierto matiz de posibilidad. Con Noé, Darren Aronosky (La fuente de la vida, Cisne negro) parece haber tenido esa sensación en algún momento de su creación cinematográfica.
El descontrolado cúmulo de pecados y el creciente e infame comportamiento de buena parte de la humanidad, despierta la ira de Dios, quien ante la degradación de la especie creada por él mismo, decide emprender una “limpieza universal”.
Sin embargo, a pesar de la “catástrofe depuradora” en forma de diluvio que desatará sobre el mundo, decide elegir a un carpintero bondadoso llamado Noé para que una trascendental misión. El “elegido” deberá posibilitar y proteger la supervivencia de aquellas especies que no son responsables de la malévola acción de otras sobre la tierra.
