Entrenar de manera correcta los músculos que dan forma a nuestra espalda implica combinar ejercicios que consigan un doble objetivo: por un lado, mayor amplitud y, por otro, más densidad.
Una espalda amplia es clave en la deseada silueta masculina en «V» y los distintos ejercicios (dominadas, remo…) con agarre abierto son básicos para conseguirla.
[pullquote]Una espalda densa, con los músculos bien marcados, requiere esfuerzo, no es fácil, pero el resultado merece la pena[/pullquote]Pero un completo trabajo de espalda debe incluir, además, movimientos que persigan la máxima definición de esos músculos (deltoides, trapecio, dorsales, espinales…) que, al cobrar protagonismo, hacen que esa espalda resulte aún más atractiva, ayudando, de paso, a proteger la propia columna vertebral y contribuyendo, además, al desarrollo armonioso del resto de la musculatura.
La densidad hace referencia al volumen de esos músculos, a su capacidad para lucir como «rocas» y a la «separación» que debe existir entre ellos para que resulten perfectamente visibles. Una espalda densa, con los músculos bien marcados, requiere esfuerzo, no es fácil, pero el resultado merece la pena. Supone contar con un torso bien contorneado en conjunto y desde todos los puntos de vista: de frente, de espalda y de perfil.