En esta segunda parte (leer primera parte) hablaremos en primer lugar de la dieta del índice glucémico. Son varias las dietas que utilizan como método de adelgazamiento menús que incluyen fundamentalmente alimentos de bajo IG, entre ellas el conocido método Montignac. La idea es recurrir a los hidratos de lenta absorción para conseguir así dos objetivos:
1. Limitar la formación de grasas: al haber menos glucosa en sangre, el organismo gastará prácticamente el total de la energía ingerida y no se producirán cúmulos grasos.
2. Lograr una mayor sensación de saciedad (menos hambre): esto es debido a que el organismo absorbe lentamente los azúcares de los carbohidratos sin que se produzcan aumentos bruscos de insulina.
En teoría, al reducirse el apetito y la ingesta de azúcares, el organismo «tirará» de los depósitos grasos de reserva y, así, se logrará el objetivo de la pérdida de peso.
Numerosos expertos cuestionan el valor nutricional de este tipo de dietas y alertan de sus posibles efectos que pueden tener como consecuencia el temible efecto yo-yo (rápida pérdida y recuperación de peso) o importantes carencias nutricionales.