No obstante, cuando estas fantasías se convierten en algo frecuente y aparecen en diversos momentos del día, es porque el cuerpo está ansioso por tener relaciones sexuales.
4. Falta de brillo en la piel
Parece incoherente pensar que el acto sexual puede mejorar el estado de la piel, pero no lo es. Cuando se practica sexo con frecuencia, los poros de la piel se abren y liberan las impurezas que se suelen acumular y que dan lugar a las imperfecciones.
Es obvio que no se trata de un tratamiento estético; sin embargo, como cualquier otra actividad física, el sexo facilita la eliminación de toxinas mediante el sudor y activa la circulación sanguínea.
Si notamos que, de repente, el rostro ha perdido su brillo natural y hay más acné de lo habitual puede ser un indicio claro de falta de sexo.
5. Menos sociales
El dejar de tener experiencias sexuales puede provocar un aislamiento social.Esto se explica por la disminución en la producción de endorfinas, sustancias que ayudan a mantener el buen humor y el deseo de estar rodeados de más personas.