Seguro que conoces alguna: todo el día acaramelados, aunque lleven 20 años juntos. Expertos revelan cómo lo consiguen.
Si te reconoces en síntomas como desinterés, rutina, falta de deseo o aburrimiento es que no estás haciendo los deberes con tu media naranja. La buena noticia es que las parejas supersexies no nacen sino que se hacen; más aún, se rehacen y con un poco de maña y destreza —y si se requiere, ayuda profesional— hasta pueden salvar su relación del insufrible sopor cual fénix que resurge de las cenizas. De la mano de expertos en psicología y sexología exploramos qué variables forman la ecuación de la pasión. Las tórridas tardes de domingo han vuelto para desterrar el chándal, Netflix y patatas de bolsa de una vez por todas. Veamos que tienen en común estos tándem que tanta envidia dan.
1. Cuidan su imagen
En opinión del doctor Héctor Galván, psicólogo clínico y sexólogo y director del Instituto Madrid de Sexología, el secreto de estas parejas es que “ambos miembros cuidan de su imagen. No se sabe qué hacen cuando están en su casa, pero no me los imagino descuidados. Cómodos sí, pero siempre eligiendo algo que les sienta bien como por casualidad”. Para Alicia López de Fez, directora del Centro de Psicología López de Fez (Valencia), el hecho de no cuidar la imagen es uno de los clásicos errores que merma la pasión ya que es una manera de “transmitir que deseamos” a nuestra pareja.
2. Su relación siempre es lo primero
Hijos, dolores variados (cabeza y espalda acostumbran a ser un hit), horarios insufribles en el curro, estrés (mucho estrés), una mala racha… no son sólo un cliché sino que son los más típicos disruptores sexuales que existen. Alicia López de Fez hace hincapié en este problema tan común y nos recuerda que “no se puede vivir eternamente de las rentas de las hormonas… Lo que no se cultiva, no crece”. Hay que evitar a toda costa “no conceder importancia a la vida sexual, y como consecuencia, no dedicarle el tiempo que requiere hacer de la sexualidad un proyecto creativo”. Por su parte, el doctor Héctor Galván apunta que uno de los secretos de las parejas molonas es que priorizan la relación “sean cuales sean sus circunstancias. Siempre reservan un tiempo para su intimidad”.
3. No escatiman en arrumacos
Lo confirma un estudio de la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido): el 94% de las parejas que duermen tocándose (ya sea con un pie enrollado al del otro, tocándole el brazo o la mano, cuchara pequeña o cuchara grande o modo koala) son felices, frente al 68% de las parejas que prefieren que corra el aire. Todavía hay más: otro estudio realizado con más de 5.000 personas ha demostrado que tener pequeños gestos amables con tu pareja (prepararle una taza de té, darle abrazos, besos…) acarrea efectos positivos que hacen que se mantenga en una forma espléndida a largo plazo. Esa lista de pequeños detalles, aunque empalagosa, es extremadamente resultona y puede ser incluso más eficaz que el postureo pomposo o un “te quiero”.
4. Tienen una buena comunicación (dentro y fuera de la cama)
Vestidos saben “hablar y escuchar, están atentos a las necesidades del otro” relata López de Fez. Desnudos, “buscan dar y recibir placer; hacen sentirse al otro deseado, transmitiéndole que están locos por sus huesos, que les pone a mil y comparten las mismas expectativas sexuales”. En este sentido, el doctor Galván insiste en la importancia de la comunicación sexual y hablar de sexo con la pareja, y aconseja “contarle qué es lo que más nos excita y qué cosas nos gustaría probar”. Un reciente estudio realizado en la Universidad Estatal de Cleveland en Ohio (EEUU) ha revelado que sentirse cómodo hablando de sexo con tu pareja está directamente relacionado con una mayor satisfacción sexual.
5. Buscan formas de divertirse juntos
Con el paso del tiempo y la confianza “lo rutinario puede volverse aburrido, poco estimulante”, explica el doctor Galván. La ciencia ha demostrado que el amor romántico puede ser indefinido: en un estudio publicado en Review of General Psychology en el que se analizó a más de 6.000 personas (incluyendo relaciones jóvenes y matrimonios de más de 20 años) reveló que muchas de las parejas estudiadas conservaban intacto el amor romántico (que no es lo mismo que la locura obsesiva de los primeros meses no-puedo-respirar-sin-ti-ay-por-favor) con el paso de los años. ¿Su secreto? Se lo curran, se preocupan por el otro y, más importante, invierten tiempo en vivir excitantes aventuras y experiencias. “Hay que divertirse juntos e innovar. La pareja es la misma, pero podemos estar abiertos a probar cosas nuevas”, añade el doctor.
6. Utilizan la palabra mágica: gracias
El factor gratitud es importante en todas las parcelas de la vida de un ser humano, pero si en una es especialmente importante es en la vida de pareja. En un estudio elaborado por la Universidad de California en Berkeley (EEUU) pusieron a 77 parejas en situaciones en las que uno de ellos tenía que dar las gracias a su compañero/a sentimental. Después del experimento, los participantes se sintieron más compasivos, responsables y pendientes del otro, lo que se traduce en parejas más felices. Más fascinante todavía: sus niveles de oxitocina, la «hormona del placer» y a la que recientes estudios relacionan con mejores orgasmos, subieron significativamente. López de Fez recuerda que “la pasión y el deseo son incompatibles con la hostilidad y con el ring de boxeo. Si esto no logra superarlo, una pareja ha llegado a su punto de no retorno”. Piénsalo: das las gracias y a cambio eres más feliz contigo mismo, con tu pareja y tus orgasmos son insuperables. ¿Sale a cuenta, no?
7. Saben como despertar (de nuevo) la pasión
Si mientras hay vida hay esperanza, mientras nos guste la pareja se podrá recuperar la pasión. “Si la pareja nos gusta, aunque hayamos dejado de sentir atracción, siempre se puede volver a despertar la pasión”, cuenta el doctor Galván. Pero cuidado con las expectativas: “No estamos hablando de sentir la misma atracción y el enamoramiento del principio. Esto cambia. Estamos hablando de seguir viendo atractiva a la pareja y disfrutar”, matiza. López de Fez lo constata con sus pacientes a diario: “Afortunadamente, en un alto porcentaje de ocasiones puede reactivarse el deseo”. ¿Cómo conseguirlo? Los expertos nos dan algunas jugosas ideas: leer juntos literatura erótica (incluso escribirla y hasta compartirla), construir juntos fantasías sexuales y llevarlas a cabo, evitar que el sexo se limite al coito, explorar nuevas formas y posturas, jugar e innovar sin juzgar… y parafraseando a López de la Fez… hablar y hablar y hablar de todas estas cosas ¡juntos!