4.- Estás aprendiendo cosas nuevas de parte de tus superiores: este es uno de los aspectos por los que muchas personas eligen quedarse en trabajos donde sufren de mucha presión, la gran cantidad de aprendizajes y experiencias que se llevan de ese lugar.
Aunque por tu propia salud, lo preferible es que decidas la cantidad de tiempo que estarás en ese lugar para que le puedas sacar el mayor provecho posible y tengas una motivación que te impulse a llegar hasta la meta. Si un trabajo te presiona mucho y además no te gusta, velo como algo temporal, ya que hacerlo de por vida sería una tortura.
5.- Tus valores y los de la empresa están alineados
6.- Te respetan como persona y como profesional: si en tu lugar de trabajo te sientes respetado, aunque no sea el trabajo que soñaste cuando saliste de la universidad, es un buen comienzo, ay que puedes ir abriéndote camino durante la experiencia. Cuando no te respetan por más que has hecho todo lo posible, lo más probable es que ese ambiente no sea el adecuado para ti.